lunes, octubre 30, 2006

El plato de la semana

Filet de tilipa (un pescado) en su salsa con ensalada de tomate, zanahorias baby orgánicas, brotes de trébol y lechuga americana. Acompaña: licuado de maracuyá.

Glosario 3

pichudo = jodido/complicado/interesante
chorizo = curro
fresas = frutillas
lapicero = birome
chunche = aparato/cosa
carajillo = niño
manga = mango
mango = fruta verde y ácida
fresco = bebida
carro = auto
playo = gay
jalar = irse

Sinovitis

Desde hace ya muuuucho tiempo que me duele el dedo gordo del pie derecho. Para el que no conoce mi dedo gordo del pie derecho, es un dedo muy grande y bastante feo. Casi macrocefálico. Resulta que ese dedo se dobló durante un partido de fútbol allá lejos y hace tiempo. Un poco se dobló, tampoco la pavada. Pero el muy rumiante sigue doliendo. Me tiene harto. Mi dedo. Me tengo harto.

PD: Decidi poner una foto del personaje de la nota

viernes, octubre 27, 2006

Serie grandes inventos - hoy: el boleto de ida y vuelta

No señor, no es posible comprar en este país un tiquete de bus de ida y vuelta. Mañana parto hacia Puerto Viejo. Si Di's, el capitán Ahab y la boleteria en Puerto Viejo lo permiten, vuelvo el domingo para San José.

jueves, octubre 26, 2006

Breve reseña geopolítica

Camino al trabajo paso por el edificio del ICE (Instituto Costarricense de Electricidad). Como bien señaló recientemente un/a lector/a, Costa Rica está presta a firmar un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. Una de las cláusulas de ese tratado obliga al estado costarricense a abrir el actual monopolio que tiene el ICE en el mercado eléctrico y de comunicaciones. Los últimos dos dias hubo una huelga de los empleados del ICE, con piquete pacífico (casi casi recreativo) en la puerta del edificio. Este cronista, sin conocer muchos detalles del asunto y a pesar de haber sufrido las penurias propias del sistema monopólico, adhiere a la protesta y a modo de apoyo a la causa, utiliza este espacio para la difusión del estribillo del nuevo hit de la canción de protesta latinoamericana:

No al TLC (bis)
Sí a mi pais
No al TLC

Nota: la foto está bajada de internet (no la saqué yo)

Nace una estrella


Nota: post no apto para público impresionable.

REVUELTO TICO: En un acto cuasi darwineano, decidí cocinar un plato con todo lo que tenía en la heladera.

Ingredientes:

  • Huevos: 2
  • Pasta de frijol colorado refrito: 1 latita
  • Cebolla: 1/4 (ya medio viejita)
  • Tomate orgánico: 1
  • Aceite de soya y sal fina: a gusto

Con el aceite que sobró de un huevo frito hecho algunos segundos antes, se tira a la sartén el primer huevo como su progenitora avicola lo trajo al mundo (con excepción de la cáscara, claro está). Se revuelve un poco y a gran velocidad se lava el tomate orgánico, se lo corta con un súper cuchillo y se arrojan esos pedacitos sobre el huevo, procurando no fallar el lanzamiento. Sin dudar un segundo, se corta en cubitos el cacho de cebolla y se los arroja de modo similar. Luego se toma la pasta de frijol colorado refrito (ya recalentada 10 minutos a baño María, siguiendo celosamente las instrucciones de la latita) y se la empieza a echar como loco sobre la pasta acuosa que se va formando en la sartén. Se rompe el huevo restante y se lo distribuye sobre la mezcla repugnante. Se tira un poco de sal encima del amarronado pseudobolo alimenticio y se mezcla un rato, hasta que todos los ingredientes ya están lo suficientemente calientes para que sus aromas se mezclen. Se prueba y...oh la la, magnifique!

Pequeñas miserias


¿Cómo haría usted para recubrir su cepillo dientes si está a punto de salir de excursión y carece de un protector plástico acorde a las circunstancias?

Del arcón de los recuerdos


Mi primer omelette (preparado un día después de mis primeros fideos, allá lejos y hace tiempo).

Le jour de gloire est arrivé !


Llegó nomás el día : volví a tener internet en casa.

martes, octubre 24, 2006

Alan 2 - Rogel 1


Cuenta Tatiana, riéndose: "Lo llamé a este Rogel. '¿Alo?' - '¿Alo, Rogel?' - (silencio) 'No' (pausa) '¿Quién le habla?' - 'Tatiana Liziano, de Artinsoft' - 'Ah, Tatiana, qué tal, soy Rogel'".
El malandra prometió instalar internet en la casa la semana que viene. Si no lo hace, caeremos con todo el peso de la justicia divina y terrenal sobre su grasosa humanidad para reclamar por lo que es nuestro. ¡Inquilinos del mundo, unios!

Biblos

¿Quién sigue a Timerman? Primero probé con Madame Bovary. Demasiadas palabras que no entiendo. Miro la traducción que me traje: Losada. Una vez leí en una traducción mexicana "octeto" en vez de "byte". Próximo libro: El miedo a la democracia, de Noam Chomsky. Ideas desordenadas y todas parecidas. Me aburre a las 30 páginas. En Santa Elena (léase: Monteverde) me compré dos libros usados. Sense & Sensibility, en inglés. Me da miedo el inglés sofisticado, así que lo dejo para después. Siguiendo con un tópico que parece obsesionarme, el otro libro, ya en castellano es "El miedo a la libertad", de Erich Fromm. Lo empiezo, unas 15 páginas. Muy escrito en difícil. No me atrapa. Basta de miedos. Próximo libro: Moby Dick. Este me está gustando. Así que por ahora le sigo los pasos al bueno de Ismael.

Saki

Creo que de un cuento de Saki, que leí hace mucho: "Siempre llevo dos paraguas conmigo. Uno para olvidármelo y otro para la lluvia". Ayer me dejé el mio en el micro.

Hormiguita dime tú

Para los que dicen que soy un profesional del pesimismo: lo bueno de tener hormigas en la casa es que me avisan dónde me olvidé de pasar el lampazo.

Alan 1 - Rogel 1

Hacete amigo del juez. O mejor aún, del que le da de comer al chancho. Hoy tomé al toro por las astas (¿Ya conté que Rogel es un poco regordete?) y le relaté a Tatiana (recordemos, la encargada de RRHH de Artinsoft) mis desventuras con el condenado del dueño. Lo primero que hice fue corroborar lo dicho por el malviviente la vez que le reclamé algo. No, no la conoce a Tatiana desde hace años: es la primera vez que se hablan. Ja, gordito mitómano, ahora sí te agarré. Ya en confianza y con el pagador de mi lado, conté mi drama completo. Buenísimo, ahora Tatiana va a llamar para presionar por la conexión a internet.

Hades

Domingo. Ni de ramos ni de núbila: de volcanes. Volcán, uno solito. Se llama Poás y queda muy cerca de San José. Uno se sube al colectivo, que sube, sube y sube y llega a la cima del volcán. Casi. Llega a un gran parking, desde donde un caminito asfaltado lo lleva a un gran centro de visitantes, con baños, negocio de souvenirs, mini-museo y cafetería. Siguiendo el camino asfaltado uno puede, si camina rápido, adelantar a la señora de edad que, bolsita en mano, decidió pasar el domingo mirando fumarolas con aroma a azufre y, tal vez tras 400m de camino casi plano, llegar a la cumbre. O más bien al mirador, desde donde se puede admirar el cráter. Si el día está despejado, claro está.
Pero el día estaba, sí querido lector, nublado. O lo que es lo mismo, desde el mirador se podía apreciar una hermosa e impactante pared un poco blanca y un poco gris. Por suerte hay una atracción secundaria en el lugar: una laguna, que tiempo atrás supo también ser cráter. Las nubes, claro está, también tapaban la laguna. Pero por lo menos en el camino hice una amistad: seguimos recorriendo los Alpes y recalamos en la encantadora Austria. Natalie, quien, para el goce del lector ávido de culebrones y paranoia paleosionista, tiene un novio alemán, y este cronista charlan, en ameno castellano, sobre temas varios. Pasan los minutos y, viento mediante, pasan también las nubes. ¡El cráter del Poás en todo su esplendor!

Hola Rogelio, te estamos llamando

A la salida del teatro lo vi a Rogel. Me hice el salame, pero sé que me vio. Y para mí que le revolví el pedacito que tiene de corazón, porque al rato sonó el teléfono y era él. Me preguntó si yo le había pasado mi nuevo número de teléfono a la gente que trataba de llamarme. Le dije que no, que no sabía que tenía un nuevo número. Haciendo alarde de su innata capacidad para el absurdo me contesta: "ah, como siempre que me llamaba lo hacía desde ese número, asumí que ya lo sabía". Parece que la habilitación para llamadas internacionales la hizo para ese número. Obviamente, la culpa es mía por no saber lo que pasa por la cabeza del señorito.

Transiciones

Después un buen tiempo, tal vez más de un año, hablé por MSN con Morena, una ex compañera de teatro. Le conté que estoy escribiendo un blog. Ella me contó que acaba de tener un bebé. Nos felicitamos mutuamente. A veces me siento tan pusilánime.

Teatro

El domingo, que incluyó una migraña memorable, pedía a gritos un momento cultural. Me despedí de Natalie en medio del hedor a pollo frito del centro de San José y encaré hacia el Teatro Nacional. Algo bueno tiene que haber. Además escuché por ahí que en la zona habría un cine para progres psicobolches como uno. Pero el azar tiene cara de suplemento cultural y, sin darme cuenta, vi el cartel soñado: "2do Festival de Teatro Costarricense". Teatro Popular Melico Salazar. Una mezcla entre el San Martín y el Cervantes. Hay que ver lo que salió de semejante cruza.
La sala en sí es muy linda y la entrada fue barata. La obra se llamaba "1969". El folleto prometía una interesante reflexión sobre los tabúes de la sociedad costarricense tomando como punto de partida una familia un disfuncional. Por suerte, si vi obras con peores diálogos y actuaciones, las olvidé o lo sigo intentando.
Hoy en el almuerzo comenté la salida con dos compañeros de trabajo. Uno respondió: "Es que en Costa Rica el teatro es muy malo". Dicen las malas lenguas que macho es el que probó y no le gustó.

Tango


Será que la condición de extranjero a uno le enciende el chauvinismo. O porque todo debe cambiar para que nada cambie y con el pasar de los días siento que voy perdiendo ese charme que caracteriza al diferente. La cosa es que decidí, cuando vuelva de Buenos Aires en Noviembre, empezar a tomar mate. No es que no me guste el mate. Pero es como el tango (la música, no el baile). Si alguien lo pone, me gusta. Pero es raro que me compre un CD o lo elija en la radio.

lunes, octubre 23, 2006

Amo de casa desesperado

Desde hace ya un par de días que siento que todo me sale mal. No tengo más internet en la casa. Rogel dice que anda, que no es su culpa. Nunca nada es su culpa. Hay hormigas en la casa. Rogel dice que no puede ser. Que bueno, que compre algún hormiguicida. La suiza de Monteverde se compró el pasaje de vuelta 2 minutos antes que salga el bus. Le dijeron que tenía que viajar parada. Como solamente hacía la mitad del trayecto (tenia que combinar con otro bus), le ofrecí mi asiento. Nunca dijo gracias. Lo bueno es que yo encontré un asiento vacío. Los micros acá van levantando gente en el camino. Mucha gente, muchas paradas. En una de esas paradas, sube una mina con una nena en brazos. Al lado mio (él pasillo, yo ventanilla) hay un forzudo. Como el forzudo no atina a mover su trasero, decido llamar a la mina y ofrecerle mi asiento. El forzudo se mueve, me deja pasar, se corre a la ventanilla y la mina se sienta con su niña en el asiento del forzudo. Jamás atinó a decir gracias ni nada parecido.
Tengo un celular. Es lindo mi celular. Es una Palm y un celular. Es GSM. O sea, uno le pone un chip de alguna empresa y sale andando. En Lituania hice eso en unos 35'. Acá por suerte tengo la ventaja que Mónica, la secretaria de Carlos, ofreció tramitar la línea por mi. Caramba, parece que solamente se le venden líneas nuevas a ciudadanos costarricenses. Caramba, solamente se venden junto a un teléfono, no se vende la línea sola. Caramba, el teléfono debe tener factura. Caramba, la factura, si no es costarricense, debe tener el sello de aduana. Qué bueno, me dice Mónica, que existe "La Cueva", donde te hacen una factura con sello de aduana para tu teléfono. ¿Cuánto cobran? Y...según el teléfono. Caramba, la Cueva decidió retirarse del negocio de las facturas falsas de celulares. Por suerte Mónica conoce a alguien dentro del ICE. Ese alguien coopera desinteresadamente y acepta la factura gringa que tengo de mi celular. Ahora falta que el ICE confirme que mi teléfono va a funcionar en su red. Obviamente va a funcionar, es un GSM. Pero el ICE debe corroborarlo. Caramba, dicen que el modelo más nuevo de mi teléfono funciona, pero que el mío no. No importa que yo diga que es ridículo, que la diferencia entre ambos teléfonos no radica en su funcionalidad telefónica. Por suerte Don Jóse, el cadete de Artinsoft, tiene un teléfono muy viejo y va a tramitarme una línea con ese teléfono. Ya ni me acuerdo para qué quería un celular.
Por suerte tengo mi gimnasio súper caro y exclusivo para ir y relajarme en la pileta. Caramba, los sábados cierra a las cuatro de la tarde y son las cuatro menos veinte.
No importa que no tengo internet porque desde Argentina me pueden llamar con una tarjeta barata. Caramba, llaman y una voz les dice que mi teléfono no está habilitado para recibir llamadas internacionales. Llamo a Rogel y me dice que la habilitación se hace conjunta para llamar y recibir. Y que normalmente él pide un depósito para habilitarla. Pero bueno, como me quiere mucho, la va a habilitar. Me llama en la semana para decirme que ya está habilitada. Tratan de llamarme desde BsAs y aparece la misma grabación. Llamo a Rogel y me dice que qué raro, que en 8 años nunca le pasó que le digan del ICE que una línea está habilitada para llamadas internacionales y realmente no lo está. Que seguramente escucharon mal la grabación. Que el estuvo 2 horas en el ICE para habilitarme la línea como internacional y que nunca hace eso por nadie. Que yo no puedo quejarme personalemente porque el dueño de la línea es él. Que el lunes va a arreglar todo.
Entonces decido limpiar el departamento. Tengo la ocurrencia de pedirle a Rogel que me dé una escoba y una pala. Asumo que un departamento equipado viene con pala y escoba. Rogel me dice que cómo no, que él puede ir a comprar pala y escoba al supermercado, que me las consigue baratas. Resignado, le digo que no hace falta, que yo las compro. Me insiste, que para él no es nada, que va y me las consigue baratas. Acepto. A los dos días me lo cruzo a Rogel y me dice que ya me compró la escoba y la pala, pero que las tiene en su camioneta, que después las trae. Me dice que me va a dejar la pala y la escoba en la puerta del departamento. Le agradezco por el gesto. Pasa una semana. Le pregunto por la pala y la escoba. Me dice que yo le dije que yo las iba a comprar, pero que él con todo gusto me las compra muy baratas. Le agradezco el gesto.
La duda que me carcome cada día más es si realmente los ticos y yo hablamos el mismo idioma.

PD: Muchas gracias a la lectora que propuso el cambio del título del post

Más glosario

puro = pleno (ej: en el puro centro)
fiestero = jodón
pista = autopista
por dicha = por suerte
machito = rubio
machita = rubia
Estados = Estados Unidos
menudo = cambio (ej:No tengo menudo, me lo paga la próxima)
nica = nicaragüense (ej: Tenga cuidado, esa plaza esta llena de nicas)
bomba = estación de servicio
birra = birra
aguacate = palta

domingo, octubre 22, 2006

Radio 10

Estoy en un taxi. El taxista me pregunta qué vi de Costa Rica. Me dice que lo bueno de Costa Rica es lo fácil que resulta viajar de un lado a otro y lo hermoso que es el país. Asiento y comento que tengo ganas de ir a Puerto Viejo. Me dice que es muy tuanis, pero que tenga cuidado. ¿De los robos? Asiente. Conociendo la respuesta, pregunto por qué allá es más peligroso. Mirándome a los ojos por el espejo retrovisor y como quien dice una obviedad me contesta: "por los negros, claro".

sábado, octubre 21, 2006

Aruba

Hoy me levanté 4:30AM para ir a Puerto Viejo. Los pasajes no se pueden reservar por teléfono y el viaje en taxi a la terminal ida y vuelta cuesta casi lo mismo que el pasaje en si. Pregunté por doquier y la multitud es unánime: no vale la pena comprar el pasaje con anticipación. Decido llegar temprano. Llamo un radio-taxi. Mi primer radio-taxi. A los 5' escucho un bocinazo. Claro, no hay timbre y además los departamentos no tienen identificación. Otro bocinazo. Salgo rápido al pasillo a hacerle señas para que no se vaya. Me lleva a la terminal del Caribe. Me deja de la mano de enfrente. Trato de cruzar. Obviamente no hay semáforo ni senda peatonal a la vista. Veo a dos peatones correr, parar en el medio de la avenida y correr aliviados hasta la otra vereda. No pienso tomarme un taxi para que me cruce de vereda. Puteo y cruzo corriendo. 5:15 AM. El micro sale a las 6. Pregunto y llego al lugar donde se venden los pasajes. Hago la cola. Compro mi pasaje. Dos personas atrás mío se acaban los pasajes. Micro lleno. Me compro una factura de guayaba. Como y voy yendo para el micro. Dónde puse el pasaje. En este bolsillo no. En la billetera tampoco. Se ve que acá tampoco. ¿Qué salame, no? Ah, lo habré puesto en la mochila. Ajá, tampoco. Después del quinto bolsillo (tengo un pantalón con muchos bolsillos) empiezo a preocuparme. Resumen: nunca encontré el pasaje. Voy a la ventanilla en la que acabo de comprar el pasaje y con mi mejor cara de salame (nuevamente, no me requiere un gran esfuerzo dada la coyuntura) le pido al buen señor si me puede reimprimir el pasaje. Me dice, mirando para otro lado, que su impresora solamente sirve para imprimir originales (sic). Entiendo que quiere colaborar y me retiro cabizbajo y puteabundo. Se van todos a cagar. Yo seré un pelotudo mayúsculo, pero parecería como si en este país no te ayudara nadie.

viernes, octubre 20, 2006

Rumiaciones offline

Recordarán la zaga de la suiza y el viaje de vuelta de Monteverde. Bueno, me había olvidado de una parte. Resulta que a los 5' de haber dejado Monteverde pasa un pibe a pedir los pasajes. Cuando ve el de la suiza me pregunta si es por los dos. Le digo que no. La suiza me pide el pasaje y me pregunta sorprendida cómo puede ser que pagó más que yo si hace la mitad del recorrido. La suiza casi no habla español, así que llamo al pibe y le pregunto lo mismo. Con su mejor cara de pelotudo me dice que le cobraron 2 pasajes a ella. Claro, yo la acompañé a la oficina de pasajes y ahí pensaron que eran dos pasajes. Obviamente, no se preocuparon en confirmar que eran 2 los que viajaban. Bien. Amablemente, le pido al amigo si por favor puede devolverle el importe a la amiga. Sonríe y me dice que va a preguntarle al chofer. Lo sigo con la mirada, veo que habla con el chofer y se queda al lado de la puerta sin decirme nada. Pasan 5'. 10'. Empiezo a enojarme en serio. Lo llamo con la mano. Le pregunto qué pasa. Se acerca y me pregunta a qué me estoy refiriendo. Le recuerdo la historia de los 2 pasajes. Ah, cierto. Y no hace nada. Me levanto, ya a buena temperatura, y voy a hablar con el chofer. Le explico amablemente el caso y le solicito el importe. Me dice que cómo no, que no hay ningún problema, que la próxima vez que vaya a Monteverde haga el reclamo. Ya casi furioso le digo que no voy a volver más a Monteverde, que soy un turista, que el representa a la compañía y que se me está riendo en la cara con su respuesta sin sentido. Me dice muy tranquilo que él no pertenece a la compañía. Que él es un chofer y le pagan por conducir, no por devolver boletos. Que su jefe lo va a reprender si hace algo que no le indicaron que haga. El pibe junta-boletos me mira con cara de haber tenido una idea brillante y me dice que puedo llamar por teléfono a Monteverde desde la parada de descanso que hace el micro. Le digo que no voy a llamar nada, que llamen ellos. Me dicen que no, que no les pagan para hacer eso. Me tocan la espalda. La suiza no quiere que siga armando quilombo. Con puteadas mitad en inglés, mitad en español, me siento y trato, sin éxito, de dormirme una siestita. Así como "Israel no es para los Timerman" comienzo a pensar que Costa Rica no es para los calentones como yo.

jueves, octubre 19, 2006

Bosque nuboso día 2

Una hipótesis nunca comprobada es que segundas partes de trilogías siempre son geniales (El Padrino II, El Imperio Contraataca, Superman II). Acá no fue para tanto, pero el domingo tuvo lo suyo. Empezó temprano con la primer excursión al bosque nuboso, nuboso. Reserva natural Santa Elena. Voy llegando en el bus y el cielo se cierra a puro gris. Pago mi entrada de estudiante, doy unos 50 pasos y de repente, la primer sensación fuerte: estoy rodeado de vida. Todo es de verdes profundos pero distintos (digresión enciclopédica: ¿Sabía ud que el ojo humano puede distinguir el doble de tonalidades de verdes que de azules o rojos?). Pero sobre todo los sonidos. Coros de pájaros. Me encanta el que suena como puerta desvencijada. Si lo habrá usado Spielberg para las escenas de suspenso en Jurassic Park. Pero a pesar de tanto pájaro en mi memoria, hoy carezco de vuelo literario. Así que me concentro en los hechos. Mi caminata por el circuito Caña Negra transcurría sin sobresaltos y con algunas fotos hasta que mi intestino decidió hacerme, como al bueno de Frondizi, un planteo. Rechazado, mi general. Pero las presiones castrenses arreciaban y tuve que ceder. Tio Ernesto, si estás ahí leyendo, quiero que sepas que en el bosque nuboso, aun sin Ferrum de por medio, también es posible.
La travesía siguió, ya a mejor ritmo. Me encontré con un holandés de acento simpático en una parada con vista a un volcán. Charlamos de viajes y de fútbol y decidí seguir mi paso. No vi monos ni quetzales, pero pasé un lindo rato caminando entre hojas, ramas y flores. Las fotos, mis queridos lectores, tardarán en llegar debido a problemas técnicos que la producción no ha logrado subsanar aún. Volví nomás a la pensión y me dedique a un placer esquivo pero siempre eficaz: la siesta. El día se cerró cerrando Timerman. Gran libro. Se merecía un post más memorable. Lo siento Jacobo, es lo que hay.

Bosque nuboso día 1: cielo despejado

Hay muchos taxis en San José. De esos muchos, algunos (varios) son pisteros. Tienen alerón, luces violáceas y calcomanías sofisticadas. El sábado a las seis y diez de la mañana tomé uno de esos y llegué a la antigua estación de Puntarenas en tiempo y forma para tomar mi bus a Monteverde. Habia leído en algún lado que los buses son peligrosos. No para uno, sino para su equipaje. Ja, a mi no me agarran. Me ofrecen guardar la mochila en la parte de abajo del micro. Pregunto si me dan tiquete. Me dicen que no. Ja, ni loco, me la llevo conmigo. La mochilota. Todo el maldito viaje con una mochilota encima mío. El único en todo el micro con una mochilota encima. Después de 3 horas de viaje (y faltando otras tantas) le pregunto a mi vecina si es seguro guardar la mochila abajo. "Más seguro que aquí arriba, eso sí. Si la lleva así, se duerme y le quitan la cámara sin que se dé cuenta". Sonrío, pongo cara de gringo gil (no me cuesta mucho, dada la coyuntura) y le agradezco el dato.
El colectivo es, básicamente eso, un colectivo. En cuanto a infraestructura y a recorrido. Para, para, para y para. Sube gente. Viaja parada. No hay gallinas, pero la cosa explota y nos metemos en cuanto pueblito se haya fundado. El último tramo tiene una vista hermosa: un valle muuy verdoso, con pocas y bajas nubes sombreando con buen gusto. Por suerte el conductor tiene el detalle de ir lo suficientemente despacio como para poder contar cuántos árboles hay en el valle. Me decido por buscar formas en las nubes.
Llego, eludo con gesto de viajero experimentado el acoso de los ofrecedores de alojamiento y me dirijo a mi reservada habitación single de siete dólares en la Pensión Santa Elena. Un dechado de buena onda. La gente de la pensión nos explica a una suiza recién llegada y a mí todo lo que se puede hacer en la zona. La zona se llama Monteverde, el pueblo Santa Elena. La suiza (Corinna de nombre, argentina de rasgos) está decidida por hacer Canopy. A mi me da un poco de miedo (y no precisamente escénico), pero en mi mejor estilo contrafóbico, me anoto.
¿Qué es el Canopy? Básicamente, un mini parque de diversiones en el que hay un sólo juego: una serie de tirolesas que van entre árboles y/o plataformas. Canopy vendría a traducirse como "la copa de los árboles". Y para allá fuimos, mi cuerpito, 37 dólares tras descuento para estudiantes, la suiza y yo. Arnés, casco, guantes. El primer cable fue temible. El segundo, me hizo temblar solamente un poco. El último (unas diez veces más largo) casi casi que ni pensé en caerme encima de un mono. En total, once cables.
En el grupo había un alemán. Sebastian. Los tres cenamos y nos fuimos de parranda. La suiza y el alemán se gustaron (y/o estaban aburridos) y decidieron irse a dormir juntos. Y así terminó el primer día del bosque nuboso. No lo dije antes, pero tanta nube no hubo.

Blogger tiempo completo

El público está ansioso por leer qué pasó en el bosque nuboso. Pero eso pasó hace mucho. Ahora en un ratito escribo un resumen, pero ya no es lo mismo que la historia en caliente. Así que el próximo fin de semana que me vaya de turismo aventura (o sea, lo más probable, el próximo fin de semana y todos los que quedan de esta vida tica) me voy a llevar la Palm, que tiene teclado y tiene memoria. O lo que es lo mismo, tiempos de ticos también los fines de semana. Es hora de pedir un aumento.

El día de la marmota

Ayer y anteayer dormí 12 horas. Llegué del trabajo y planifiqué una tarde llena de aventuras, actividades, fideos, piletas, lavadas de ropa y pisos, lecturas infinitas, escrituras de blogs sobre bosques nubosos, et al, et al, et al. Pero antes una siestita. Y de repente, el sol nublado de las 6:30 y ya es el otro día. Son las siete y cuarto y ya casi no me duele la cabeza. Ayer me quedé 2 horas demás en la oficina. O sea que hoy entro a las 9. O sea que en un rato voy a nadar. Y si queda tiempo, a salvar al mundo. Tanto plan termina siendo nada. O a lo sumo una siesta. Tal vez algún día aprenda la lección, si es que hay una.

viernes, octubre 13, 2006

Breve glosario tico

Mae: chabón (usado una o dos veces por oración)
Vacilón: interesante, copado
Tuanis: joya, genial, bien ("¿Cómo estás, Stephen?" - "Todo tuanis, gracias")
Ride: aventón
Banano: banana
Pichel: jarra ("El pichel de esta licuadora es de plástico...eso no es muy tuanis")
María: taxímetro
Plátano: banana gigante, salada y que solamente se come cocida
Patacón: croqueta frita de plátano (varios platos salen con papas fritas o patacones, a elección)
Rojo: billete de mil colones (6 pesos)

Juntos por un tiquete de avión (estadísticas y aclaraciones)

Recaudación hasta el momento: 0,14 dólares. Recordemos que un tiquete de avión en Costa Rica ronda los 180 dólares. ¡Sigamos cliqueando!
Algunos lectores han manifestado por más de un medio que no han podido visualizar la publicidad debajo del título "juntos por un tiquete de avión". Es probable, amiguitos, que algún avispado amigo, pariente o etcétera haya instalado un bloqueador de publicidades (como el AdBlock que yo suelo instalar junto al Firefox cuando paso por una PC). En ese caso, tal vez lo más sencillo para colaborar con esta causa sea visitar este, su sitio preferido, usando el Internet Explorer, por más mersa que les resulte la idea.

El fideo (primera parte)

Estoy haciendo lo que queda de la bolsita de fideos y ya no siento mucha emoción, aunque la salsa sea más sofisticada (agregué sal y queso desde la última vez). ¿Es qué caimos en la inevitable rutina, mi amado Matarazzo?

PD: acabo de probar el consejo de la lectora un fideo candidato contra la pared para testear su cocción...dos veces. Las dos veces el fideo rebotó con ganas en el azulejo. Tal influya que es una especie de pseudo-laja y que el fideo no es spaghetti, sino de esos más cortitos y rigidos.

Enemigo jíntimo

Odio a Rogel y estoy seguro que él me odia a mí. Ya no me gusta más ser inquilino. Tal vez esté leyendo el blog. Sea como sea, creo que es antisemita.

Hoy

Hoy estoy de mal humor (digamos que el vaso está 1/4 vacio y eso me irrita sobremanera), así que casi que no voy a escribir. Solamente una reflexión: no apreciamos un gran invento hasta que lo perdemos. Los taxis en San José no tienen la lucecita de "libre" ni nada que se le parezca. Entonces uno se queda como un idiota levantándole la mano a unos 15 taxis que pasan de largo (sospechosamente la mitad de esos quince, o sea 7 y medio, llevaban solamente un pasajero y en el asiento de adelante).
Mañana me voy a Monteverde, cuna del bosque nuboso. Parece que el bosque nuboso es un bosque en el que siempre está...nublado. Hasta hace un rato estaba muy preocupado porque todavia no me compré protector solar. Recién lei en la guia que, dado que siempre está nublado, el item más preciado en esos lares son las botas de goma. Ja, yo tengo. Tal vez las alquile a algún gringo pata larga. O mejor, las uso y camino por el bosque nuboso.

miércoles, octubre 11, 2006

Tiempo de pile


Lo hice nomás. Me anoté en el multispa. O sea, en el gimnasio. Algunas conclusiones tras mis primeros 500 metros de pileta:

  • Positivo: me queda a 1 cuadra
  • Positivo: volví a nadar
  • Negativo: para variar, el agua de la pileta está congelada
  • Positivo: el agua de las duchas sale calentita (gran alternativa a la ducha de mi casa)
  • Negativo: me dolieron un poco los oidos durante casi todo el nado
  • Negativo: me entró mucha agua en los ojos (la eterna lucha entre el hombre y sus antiparras)
  • Negativo: la pileta es al aire libre (podría ser positivo, pero considerando que acá llueve casi todos los días, me aventuraria a afirmar que el arquitecto del complejo copió el plano de un gimnasio de Atacama)
  • Positivo: hay una palmera al lado de la pileta
  • Positivo: hay un jacuzzi al lado de la pileta (por alguna razón hoy no lo probé, pero dado que sale humito pasaria a ser la segunda fuente de agua caliente que encuentro en este pais)
  • Positivo: no tengo carnet (basta con acordarme mi número de socio)
  • Negativo: es carísimo
  • Positivo: hay clases de yoga
Parecería que hay más positivos que negativos. No hay caso, el bien siempre triunfa sobre el mal.

Juntos por un tiquete de avión

Querido lector: ahora ud puede ayudar a que las historias de este redactor sean todavía más apasionantes y coloridas! Clickeando en la publicidad que está arriba a la derecha de su televisor, estará colaborando con la compra de un tiquete de avión para los destinos más jugosos de Costa Rica. Gracias por su ayuda!

PD: Para que vean que no soy un capitalista salvaje sin corazón, agregué también una publicidad solidaria

martes, octubre 10, 2006

Crónica de mis primeros fideos


  • 23:20 Calculo un litro de agua usando una botella vacia de 1.5l
  • 23:21 Pongo algunos fideos en la olla
  • 23:22 Saco esos fideos con la mano porque me acuerdo que primero tiene que hervir y recién ahí se tiran los fideos
  • 23:27 Todo marcha sobre ruedas. Ya abrí el cartón de pomodoro con el súper cuchillo, tiré el pedacito de cartón que no sirve en mi nuevo tacho y preparé unos cubitos de salchichón.
  • 23:28 El agua no hierve. Descubro que el tacho viene con tapa giratoria y, henchido de orgullo, la pongo y la hago girar algunas veces.
  • 23:29 Ya sale humito de la olla!!
  • 23:30 Me doy cuenta que si tapo la olla va a hervir más rápido. Ergo, la tapo.
  • 23:33 Salen globitos! Tiro unos cuantos fideos. Creo que puse demasiados. Enciendo la hornalla chica (creo, todavia no termino de entender el sistema).
  • 23:37 Me encomiendo a Di's Todopoderoso
  • 23:38 Me doy cuenta que carezco de todo criterio para saber si alguna de las dos cosas (fideos y salsa) ya está lista.
  • 23:41 Queda sólo un minuto para los 9 que dice el envase de los fideos. Me felicito por haber comprado un colador. La olla de la salsa hierve y saca burbujitas de pomodoro. Como a un niño que llora buscando consuelo, lo revuelvo.
  • 23:42 Algo falla. Muerdo un fideo y esta blancuzco en la parte de adentro. Saco la ollita de la hornalla.
  • 23:45 Ya pasaron como mil minutos. Se me ocurre revolver los fideos y me doy cuenta que algunos se pegaron al fondo de la olla. Es el fin.
  • 23:48 En un abrir y cerrar de ojos se consuma el milagro. Colé los fideos, los tiré en un plato y puse la salsa encima. Les voy a sacar una foto.
  • 23:58 Acabo de terminar de comer mi plato de fideos. Más que un plato, una emancipación. El rey ha muerto, viva el rey.

Mi lampazo y yo


Rogel entró hoy a mi casa para darme unos listones para la cama (tiene pocos y me hundo). Me ofreció una mucama. Baratica. Ni mi lampazo y ni yo sabemos a qué vino el comentario. No señor.

La casa de Rogel por la ventana


Recién fui al supermercado. En línea recta desde mi casa deben ser 200 metros. Yendo por un atajo bastante suicida que no pienso repetir serán 500. Por calles y avenidas normales ya será casi 1 kilómetro. Y está el cruce maldito en el medio. Una especie de autopista en la mitad de la ciudad. Pero sin cruce para peatones. Ni puente ni túnel. Le pregunto a un taxista cómo se cruza. "Hay que mandarse justito justito". Es de noche, llovió, hay una curva cerca y los autos no van a menos de 60 por hora. Hay un semáforo, lejos, pero hay. Al pedo, obviamente. Como no hay senda peatonal los autos van parando cuando se acuerdan de parar. Es legal doblar a la derecha aún en rojo. Juro que sufrí mucho. No solamente cruzando, sino pensando que iba a tener que volver. Dicen que la lanza cumple su cometido aterrorizador cuando está viajando. Cuando llega al pecho ya es tarde, no hay tiempo de temer.
Superado el trance decidí darme unos gustitos e invertir en un lampazo high-tec (ver foto), un tacho de basura y hasta una sartén. Eso sí, me las llevo hasta el Ártico. A Rogel no le quiero regalar ni una cucaracha. ¿Envio a domicilio? Solamente si el pedido se hace por teléfono. Más que obvio. Entonces inverti en un taxi. 1 peso argentino. Uno. Me indigna lo facilitada que está la vida para el vehículo en detrimento del peatón. Por lo visto al tachero le pasa lo mismo porque mientras cuento la plata para pagarle dejar correr el reloj y me termina cobrando unos centavitos más. O tal vez sea un impuesto a la demora. Yo mejor confío en mi guía, que dice que el shock cultural siempre es positivo.

domingo, octubre 08, 2006

BJ


Tengo un bronceado como de camionero. Algo así. Más bien de perro que asoma por la ventanilla. Rostro y triángulo incipiente debajo de pera. Estoy con un cansancio tremebundo, hoy fue un día largo...pero como los sueños, si no lo cuento se me esfuma.
Ayer fui nomás a la Coca. Tempranico, en colectivo, sin sobresaltos. Me subí al bus a las 7, me fui al asiento que figuraba en mi boleto. Todo muy occidental y cristiano. Eso sí, medio machucado el vehículo. Dos horas y media de viaje. Lección 1: no es lo mismo un viaje de dos horas y media en un coche cama por autopista que uno de dos horas y media en vehículo machucado por camino sinuoso de montaña. Definitivamente no es lo mismo. Alguna que otra náusea y se pasó el viaje. Ya habia leído en las guías que al norte de Jacó hay una playa más chiquita, más nadable, más políticamente correcta. Y como yo soy políticamente correcto, para allá fui nomás. Bienvenido a Playa Herradura. Para llegar caminé 3kms desde la intersección en la que me dejó el chofer. La imagen es bastante similar a la de la entrada de cualquier country. Camino asfaltado impecable. Un tico bien tico pasa pedaleando descalzo su bicicleta. Otros cincuenta ticos con la pinta difuminada por el polarizado pasan con sus 4x4 en colores opacos y brillantes. Yo sigo caminando y al costado de la ruta una imagen como salida de un sueño: en medio de pastizales y ticos que pasan descalzos, un chalecito reluciente, con diseño modernoso al mejor estilo Nordelta, pasto perfectamente cortado. Un yankee igualito a William Macy escribe concentrado en su laptop blancuzca en medio de un living entre hermoso, minimalista y palermitano. De la cocina con tintes italianos sale una tica, que le trae el té a William. William la abraza por la cintura. Son una pareja feliz con el frente del hogar plenamente vidriada. Me distrae otro tico que pasa con su bici. Paso por un megacondominio con carteles en inglés y llego a Playa Herradura. Me acuerdo de las publicidades de Nordelta y suspiro aliviado porque me siento como en casa.
Vengo mezclando tiempos verbales, pero este blog viene así, sin garantia alguna. Y me recibe la herradura. Hay agua, una bahía, olas, yates, arena oscura pero no tanto. Compruebo metafóricamente la existencia de insectos himenópteros en el conjunto de mis nalgas y apenas llego, en vez de acostarme y disfrutar de la playa...zas, me pongo a caminar. Camino hasta la punta de la herradura. En el camino me compro unos bananos. O sea, una banana, que no es lo mismo que un plátano, que es como un banano pero mucho mas enorme, se cocina para comer y no es dulce. Y una rodaja de sandía. Y después de caminar un monton y darme cuenta que hacia la punta en vez de playa hay piedras doy media vuelta y...de nuevo al centro de la herradura. Freno, me concentro, armo un bollito estratégico con mi ropa como para que algún eventual caco tarde en encontrar mi riñonera, miro el mar y...me meto nomás. Linda la temperatura, digamos un poquito más calentita que en Brasil. Color: azulcito medio amarronado. Hago paparruchadas sólo en el agua sin perder de vista mi bollito estratégico. No hay una sola persona a 100 metros a la redonda, pero que uno sea paranoico no implica que nadie lo persiga. Entro en confianza y nado unas cuatro o cinco brazadas. Trago un poquito de agua y siento como si me hubieran inyectado un paquete grande de Celusal. Lección 2: el agua de por acá tiene mucha sal.
Me vuelvo, me como un banano y leo un poco una de las guías. Sección salud: fiebre tifoidea. "Nunca coma frutas compradas en un puesto callejero". Miro la cáscara del banano engullido y decido encarar el tema del seguro médico de una vez por todas. Mañana mismo le digo a Tatiana que no quiero morir lastimosamente en suelo tico y que mejor que asegure mi sano cuerpito.
Almuerzo casi lo de siempre: frijoles, arroz, un cacho de pescado y una ensaladita. Pregunto si hay postre. La camarera sonríe confundida, se va a la caja, habla con el dueño y vuelve con la misma sonrisa y me dice "que no me ofrece postre". Pienso en el cuarto de flan con dulce que dejé en el plato la vez que fui a comer a el 22 y me voy resignado a tomarme el colectivo a Jacó.
Jacó tampoco es tan terrible che. Una callecita de nada y algún que otro parador. Digamos un Villa Gesell hace 40 años, si la imaginación no me falla. Con la versión tica del helado Smash en la panza me meto en las aguas de Jacó. Lección 3: las playas buenas para surfers son malas para bañistas. Después de que me haya tirado al piso la cuarta ola seguida me vuelvo a mi nuevo bollito estratégico. Y bajó el sol y volví a San José y en un rapto de ubicación, celeridad e instinto de supervivencia respondo a la pregunta del chofer de "alguien baja en Colón" bajándome corriendo del colectivo y evitando la temible Coca nocturna. El tal Colón quedaba cerca de mi casa. Fin del domingo. Cómo arde la cara. Última vez que me olvido de comprar protector solar.

sábado, octubre 07, 2006

Turismo, día uno

Hoy: turismo. Bah, casi. Sábado, me levanté al son del pico y pala de los albañiles que están arreglando el departamento de al lado. Me fui caminando hasta la Coca-Cola. O sea, lo más parecido a una estación de buses en San José. Parece que hace como 50 años había una embotelladora de Coca-Cola cerca...y asi la llamamos los ticos hasta hoy en día. Llego a la Coca-Cola. Dicen que es peligrosa. Olor a fritanga, peligro para mi hígado en principio. Hago la cola y me compro el pasaje a Jacó para mañana. Una playa, según el de una librería que fui medio fea y con gringos que llevan mala vida (se lleva el dedo índice a la nariz, lo pone de costado y aspira rápido..."drogas, me entendés?"). Pero voy porque es la playa más cercana a San José. Ya veremos mañana. El bus sale a las 7AM.
El tour de hoy empezó en el Teatro Nacional (el Colón de San José). Visita guiada. Lindo, chiquito. Lo más interesante fueron mis compañeros de tour. Una pareja de cariocas, de unos 50 años. La mujer sobre todo. Un ser único. Nunca vi algo así. El guía repetia aburrido detalles soporiferos sobre el material en el que estaban hechas unas esculturas y el nombre del ignoto artista que había recomendado al primo del tío del escultor y la mujer en cuestión lo frenaba desesperada, sacaba su anotador y le pedia que le deletree el nombre. A la media hora de excursión y tras haber deletreado unos 87 nombres que a nadie importan, el guía, como buen guía, no mostraba signos de hartazgo. Pero se le notó la hilacha cuando la mujer le preguntó por el pintor del fresco del techo del teatro. "El del cielorraso?" preguntó el guía. "Celu rasu? ahhh" anoto en su cuadernito la señora. "Sí, cielorraso, señora".
La nota consumista del día es que me compré finalmente una licuadora (para hacerme licuados en casa), unos auriculares (para escuchar música en el trabajo), dos guías turisticas de Costa Rica (una en castellano Pa!) y una birome. Y cuatro churros: dos de dulce de leche y dos de chocolate.

Es hora de comprarme un bowl de cereales



Audio & Video

Como habrán notado, desde hace ya unos dias que tengo internet en la casa. Pero por esas cosas de la tecnología, no puedo bajarme diversión con el eMule o el Bittorrent. Tengo que llamar a Rogel y tratar de remontar el áspero comienzo de nuestra relación (me enojé con él porque todos los días me prometía que iba a instalar internet, barnizar la escalera y traerme el control remoto de la tele y cuando se lo reclamaba me decía "easy, easy, Don Alan"). Lo que tengo que pedirle es casi promiscuo: necesito acceso al administrador del router inalámbrico, pedirle que le ponga IPs estáticas a todos sus inquilinos y que me deje redireccionar los puertos del eMule y el Bittorrent a mi IP. Para los lectores no técnicos no hay explicación, pero vale lo intrincado de la frase para entender que a Rogel no le va a caer nada simpático el pedido.

viernes, octubre 06, 2006

Herramientas


Qué poca cosa es el hombre sin sus herramientas. Anteayer di un penoso espectáculo a mi mismo tratando de cortar una rebanada de ananá con el cuchillito que viene en el juego de vajilla de la casa. Apoyé el mega ananá sobre la mesada. Chorreó, pero apenas si logré sacar pedazos comestibles. Ayer me compré un mega cuchillo y una tabla de cortar. Acabo de comer una deliciosa rebanada de ananá de postre. La mesada salió casi inmaculada del trance. No me vendría mal una ballerina.

jueves, octubre 05, 2006

Rojo

Parece que el semáforo cuando está en rojo tiene un significado particular que no logro descifrar. Pensando que la idea era similar a la que rige en una buena parte del mundo occidental, decidí cruzar la avenida que va por la parte norte de La Sabana, justo antes de Canal 7, yendo al Oeste desde el edificio del ICE. Semáforo en rojo, fila de autos esperando. Cruzo, sonriente. Se aproxima, sonriente, una traffic a todo lo que da. Sonrío porque la traffic va a detenerse. La traffic acelera. Se me desdibuja la sonrisa y me despatarro corriendo hasta la vereda. La traffic me peina el talón derecho y aprendo la lección: nunca cruces avenidas en San José.

miércoles, octubre 04, 2006

Shh


El trabajo está súper interesante. Pero me hacen firmar un acuerdo de confidencialidad. No menciona los blogs personales, pero calculo que van a hacer jugo de mi pura vida si cuento acá. La cosa es que no tengo que programar, sino que por ahora me toca pensar y leer.
Cuando salí de la oficina me sentí un poco sólo.

martes, octubre 03, 2006

Maaco

Ya llegué. Me vinieron a buscar Tatiana (de RRHH de Artinsoft) y Marco (programador en Artinsoft). La erre acá se dice contorsionando la lengua hasta casi la campanita. O sea, me vinieron a buscar Tatiana y Maaaco. Me preguntan qué conozco de Costa Rica. Les digo que sé que llueve mucho en Septiembre y Octubre. Me dicen que ya sé más que ellos. Sonríen. El humor y la emigración se llevan a las patadas.
Llegamos al departamento. Todo es un poco yanki y un poco brasilero. Cielo siempre gris, muchos autos, construcciones ochentosas con poco sentido estético, no hay señalizaciones. Pregunto cuál es la dirección de mi nueva casa. Maaco y Tatiana ríen, dudan y debaten. La conclusión: "de Casa España, 50 metros al oeste, casa de ladrillos antes de baldío, último departamento a la izquierda y de nuevo a la izquierda". Hay que ver qué dice el Compumap cuando le pregunte qué bondi me deja.
Llega Rogel, el dueño. Me inunda la emoción de ser inquilino por vez primera. Rogel me da las llaves. Tratamos de abrir la reja de la calle. Rogel no lo logra. Reintenta. Ahora sí. Me dice rápido el truco con esta cerradura y entramos. Dos puertas más. Algunas se abren con media vuelta a derecha, otras con vuelta entera a izquierda. Hay gente trabajando en el departamento. Rogel dice que me esperaba recién el jueves. Que vuelva en 2 horas y todo está listo. Le creo. Vamos a Artinsoft y Tatiana me presenta a medio San José. Doy la mano a troche moche. Todos los que me saludan dicen "pura vida". Suena místico.
A la salida me llevan a comer Tatiana y Eric, su esposo. Inicio mi fina tarea de conseguir compañeros de aventuras para los fines de semana. Eric cuenta que ellos los fines de semana se van a la casa de la madre de Tatiana, en la zona de volcanes. No suena como un gran plan, pero me prendo sin que me inviten. Eric se hace el distraído y yo pregunto qué comen los ticos de postre. Se ve que no le dan mucha bola al postre. Después vamos al supermercado. Compro cereales, jugos, limones (para cuando tenga licuadora), una ensalada hecha, pan, aceite, azúcar dorada (para cuando tenga licuadora), atún, té, quesos, mortadela y creo que nada más. Encuentro mi marca favorita: BioLand. Sin conservantes, todo orgánico. Pura vida, no podia ser de otra manera.

Lima

Bajo en Lima. Lindo aeropuerto, modernoso. Nos despedimos con Mary y que no se corte en Buenos Aires. Se me fue el hambre, así que ni averiguo sobre precios de desayunos. Por primera vez en muucho tiempo hago cola para el mingitorio.

Turbinas

Vuela el avión. Salió y no se cayó nomás. Tal vez fue buena la decisión de no ir en barco a pesar de haber visto la película de Piñeyro.
Me encontré con Mary justo antes de embarcar. Charlamos un rato, intercambiamos julepes por decisiones que lo embarcan a uno en algo que quién sabe qué. Ella se va a casar y a mudar de ciudad. Yo...para variar, comparo y concluyo que mi julepe es de cuarta después de todo: 40 días, trabajo interesante, playas con currículo archiprobado. No puede fallar. Las variables parecen bajo control. No me resigno a que el miedo es parte integrante de esta vida y tomo medio Rivotril. Lo tomo con vergüenza, aprovechando que se apagan las luces para el despegue.
La farmacologia triunfa nuevamente sobre el devenir antipático y acá estoy, con bríos literarios después de leer capítulo y medio del libro que agarré para el viaje: Timerman. Chequeo que no vaya con doble eme, me hago el que no me importan las turbulencias y me dedico a decidir si invertir 5 dólares en el desayuno a bordo. Tengo hambre, pero tampoco muchísimo. Lima tal vez sea más barato. No me gusta viajar con la panza pesada. Me habrá puesto en clima semita leer sobre Timerman y su niñez en el Once.
En las pantallitas dan Colateral. Es vieja y actúa Tom Cruise, que parece que está medio loco y seguro que es antisemita. Ayer fue Iom Kipur y no ayuné. Se ve que a mi judaismo lo siento en otra tonalidad. Y hablando de eso, escucho el canal 5 de música del avíon. Clásicos con pompa. Siento que no tengo mucho que festejar. Y que el que lea esto va a pensar que soy un pelmazo por escribir esto y que en Puerto Limón se surfea como en ningun otro lado. Pero el monopolio funciona así y el que escribe esto después de todo es el pelmazo.
Dan solamente un movimiento del cuarteto ese de Bocherini. Es de aerolinea mersa pasar solamente un movimiento. Chequeo el programa en la revista y se leen nombres con nombre: Jaqueline DuPré, Marta Argerich. Me olvido del tema musical y me concentro en el bamboleo. Pienso en Piñeyro. Un hombre recio y de aire como él ni se mosquearía por un poco de samba. Diría en voz baja, en perfecto inglés, el nombre de la corriente de aire que lo provoca y seguiría viendo Colateral. Aunque ya empezó le voy a dar una oportunidad. Como si fuera Piñeyro. Sí señor, como Piñeyro.