¿Quién sigue a Timerman? Primero probé con Madame Bovary. Demasiadas palabras que no entiendo. Miro la traducción que me traje: Losada. Una vez leí en una traducción mexicana "octeto" en vez de "byte". Próximo libro: El miedo a la democracia, de Noam Chomsky. Ideas desordenadas y todas parecidas. Me aburre a las 30 páginas. En Santa Elena (léase: Monteverde) me compré dos libros usados. Sense & Sensibility, en inglés. Me da miedo el inglés sofisticado, así que lo dejo para después. Siguiendo con un tópico que parece obsesionarme, el otro libro, ya en castellano es "El miedo a la libertad", de Erich Fromm. Lo empiezo, unas 15 páginas. Muy escrito en difícil. No me atrapa. Basta de miedos. Próximo libro: Moby Dick. Este me está gustando. Así que por ahora le sigo los pasos al bueno de Ismael.
martes, octubre 24, 2006
Biblos
¿Quién sigue a Timerman? Primero probé con Madame Bovary. Demasiadas palabras que no entiendo. Miro la traducción que me traje: Losada. Una vez leí en una traducción mexicana "octeto" en vez de "byte". Próximo libro: El miedo a la democracia, de Noam Chomsky. Ideas desordenadas y todas parecidas. Me aburre a las 30 páginas. En Santa Elena (léase: Monteverde) me compré dos libros usados. Sense & Sensibility, en inglés. Me da miedo el inglés sofisticado, así que lo dejo para después. Siguiendo con un tópico que parece obsesionarme, el otro libro, ya en castellano es "El miedo a la libertad", de Erich Fromm. Lo empiezo, unas 15 páginas. Muy escrito en difícil. No me atrapa. Basta de miedos. Próximo libro: Moby Dick. Este me está gustando. Así que por ahora le sigo los pasos al bueno de Ismael.
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1 comentario:
Ismael y su Pequoia (corregirme, no me acuerdo cómo se escribía el nombre del barco) son una compañía preciosa. La frase que sí recuerdo, vivita, coleando y a puro vida como tus tiempos ticos, es la de Stubb, algo así como el relator del barco, que escribe su página diaria con ese mismo espíritu que anima este blog: "No sé muy bien lo que me espera, pero, de cualquier modo, iré hacia eso riendo"
Dale una oportunidad a doña Bovary: te cautivará, te apuesto, solamente es medio embole las primeras páginas pero, una vez que le agarraste el ritmo, es precioso.
Para Rogel que lo mira (comiendo tortas fritas) por t.v!
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