
Nota: post no apto para público impresionable.
REVUELTO TICO: En un acto cuasi darwineano, decidí cocinar un plato con todo lo que tenía en la heladera.
Ingredientes:
- Huevos: 2
- Pasta de frijol colorado refrito: 1 latita
- Cebolla: 1/4 (ya medio viejita)
- Tomate orgánico: 1
- Aceite de soya y sal fina: a gusto
Con el aceite que sobró de un huevo frito hecho algunos segundos antes, se tira a la sartén el primer huevo como su progenitora avicola lo trajo al mundo (con excepción de la cáscara, claro está). Se revuelve un poco y a gran velocidad se lava el tomate orgánico, se lo corta con un súper cuchillo y se arrojan esos pedacitos sobre el huevo, procurando no fallar el lanzamiento. Sin dudar un segundo, se corta en cubitos el cacho de cebolla y se los arroja de modo similar. Luego se toma la pasta de frijol colorado refrito (ya recalentada 10 minutos a baño María, siguiendo celosamente las instrucciones de la latita) y se la empieza a echar como loco sobre la pasta acuosa que se va formando en la sartén. Se rompe el huevo restante y se lo distribuye sobre la mezcla repugnante. Se tira un poco de sal encima del amarronado pseudobolo alimenticio y se mezcla un rato, hasta que todos los ingredientes ya están lo suficientemente calientes para que sus aromas se mezclen. Se prueba y...oh la la, magnifique!
2 comentarios:
Eso está crudo!!! Cedddo
Ni Gandhi...
Ah, y ahora que asocio, una recomendación de lectura: ¿qué tal si probás leyendo "Viven"? Cuac! Chistonto
Un abrazo y me alegra leerte tan gourmet, felicitaciones!
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