lunes, noviembre 10, 2008

Tengo miedo, nene

Hoy fue el primer día de curso. Salió bastante bien. Mi plan era nadar en la súper pile, pero de fondo hay una tormenta eléctrica que mamita, así que mejor me quedo en la habitación.



domingo, noviembre 09, 2008

Paciencia

Aparentemente para algunas cosas tengo mucha paciencia. Para otras no. Internet anda lento o no anda. El aire no logra enfriar la habitación y el tipo de mantenimiento sube sus hombros, sonríe y dice que los aparatos que compraron son demasiado chicos para el tamaño de la habitación. Nadie sabe dónde va a ser la clase de mañana. No me dejan ver los salones de entrenamiento hasta el lunes. No logro hacer llamadas locales. Hace más calor en la habitación que afuera, donde hace mucho (MUCHO) menos calor que en Buenos Aires en Diciembre. Los de la recepción hablan peor inglés que yo portugués. No hay señal de internet en la pileta. Cuando uno está de turista el foco está puesto en la playa, los museos, las pirañas, la comida, el clima, la nieve, el paisaje, las fotos. El hotel es un detalle. Cuando uno viene a trabajar el hotel es su mundo. Y a 170 dólares el día este es un mundo demasiado caro para lo que ofrece. Salvo por la vista y la pile que, ditto, son de puta puta madre. Estoy en la habitación, transpirando. Voy a por la 5ta ducha del día. C'est la vie.



Biz

En mi nuevo rol de pasajero de hoteles de negocios en América Latina tengo dos grandes necesidades en mi cuarto: internet y aire acondicionado. Ambos funcionan como el orto acá. Se llama Tropical Business Hotel y cuesta 170 dólares la noche. Por suerte no los pago yo.



Selvando

Bueno, volví de la jungla. Tampoco era taaan jungla. Bueno, sí, depende. Había un río, árboles y muuchos pájaros. Vi más pájaros que en el año y pico que estuve en Costa Rica. Y encima vi cuando un Martín Pescador pescó feliz un pececito. Y mejor aún, cómo un águila Ipanema se le vino al humo echando pestes y le afanó el almuerzo cual bully amazónico. También remé en canoa, pesqué pirañas, toqué caimanes, dormí en la selva en hamaca, marqué mi camino para después volver en la mitad de la selva, aprendí sobre el caucho y me mojé con tormentas torrenciales que arrecian con sol de fondo. Además me quemé un montón. Ya estoy de vuelta en mi hotel de puta madre. La gente acá es más delicada. Ahora que voy a hoteles que tienen la palabra "business" en su nombre estoy llegando a la conclusión que la gente con plata es bastante parecida en todo el mundo. Blanca, delicada y con pinta de garca. Prefiero a mis compañeros mochileros de aventura y a Kennedy, el guía de Guyana que emigró a Manaos, descendiente de aborígenes, maestro de portugués y guía por amor al verde. Las fotos ya llegan. Que no decaiga.



lunes, noviembre 03, 2008

Acquaforte

Estoy en Manaus. O sea, en el Amazonas. Como era de esperarse hace bastante calor. Nada que supere al Microcentro porteño un mediodía de Enero. Bah, por ahora. Como suele pasar en Brasil las cosas están calientes. Digamos "no frías". El jugo está templado, la ensalada está templada, el agua de la pile está templada, el aire acondicionado tira airecito templado. Bien, suficientes pálidas. Estoy en un hotel increible. De esos hoteles brasileros de la san mil puta, con aire setentoso. Hace un rato fui a la pile. Una experiencia surrealista. El hotel está en la punta de una bahía que da al Río Negro. Un río ancho y tranquilo. Muy ancho. Y muy tranquilo. La pile está como a los pies del hotel. Y a los pies del río. Y tiene la forma del logo del hotel. Y es de esas piles que parece que son infinitas. Y el sol se pone en el río, que está justo atrás de la pile. Y la pile, creo que por suerte, no tiene luces. Entonces pude nadar hasta que el cuartito de luna y la claridad que se iba se fueron perdiendo en el cauce de la noche. Y creo que fue de los mejores nados que recuerde. Mañana salgo a una excursión de 5 días por la zona del Amazonas. Veremos.

Volumen

Ya sé por qué me enervan tanto las personas que hablan mucho y en voz alta: porque yo a veces hablo mucho y en voz alta y eso no me gusta ni un poco.



domingo, noviembre 02, 2008

sábado, noviembre 01, 2008

Instinto asesino

Estoy en el avión a Panamá. Hay una mina sentada adelante mio. Habla. Mucho. Dice sandeces. A gran velocidad y volumen. Y muy de derecha. No la soporto. Que pase el tiempo. O me de sueño. O algo. Pero que se calle.