lunes, enero 01, 2007

Giro

Tenemos un Suzuki algo. Poderoso el chiquitín. Arrancamos con rumbo un poco norte y algo más oeste. Media mañana y el sol está a nuestra izquierda. Viene bien vivir un tiempo en un país en el que la lógica no prima.
Curvas, curvas y curvas. Mucho verde y, de repente, aparece la versión tercermundista de Poncharello pidiendo que nos corramos bien cerca de donde debería haber una banquina. Unos metros y se detiene el tráfico. Sumo dos y dos y me acuerdo que en esa semana está la vuelta a Costa Rica (léase, en bici). No fue tan terrible. Una media hora, tal vez treinta clones de Poncha, veinte autos y cuarenta ciclistas. El único que habló al pasar cerca nuestro grito un claro "puta madre". Entendible, considerando que el primer pelotón había pasado varios minutos antes.
Y seguimos. Caminito de ripio y primera estación de la travesía: bienvenidos a la Hacienda Guachipelín, pegadita pegadita al Parque Nacional Rincón de la Vieja.

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