domingo, diciembre 31, 2006

Adicto

Es de público conocimiento mi adicción a los ólogos, atras e istas. Pero esta vez decidí darle una chance a un áctico. Amanecí hace unas semanas con un punzante dolor en la espalda. Dorsales, lado izquierdo. Como si un duendecito se estuviese agarrando de mi espalda usando sólo su dura dentadura.
Más temprano que tarde y sin descanso, me acordé de un cartel que había visto cerca del trabajo: quiropráctica. Y bueh, vamo. Saqué turno y fui. Alabado sea Alá y las sonadas de espalda y cuello. Dos cracks y el duendecito ya estaba dándome besos. ¡Tres hurras por los ácticos!

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