domingo, marzo 23, 2008

Sardinas

Los transportes públicos fuerzan una convivencia que rara vez fluye. Será por eso que anda tanto auto por la calle. Estoy en el micro que va del aeropuerto de Gerona al centro de Barcelona. Dura una hora y pico el viaje. Me acabo de cambiar de asiento porque la mina que está atrás mío no para de hablar a todo volumen con todos los putos números que figuran en la agenda de su celular.

No hay comentarios.: