jueves, octubre 11, 2007

Un largo monologo a casa

Cada vez que viajo a Buenos Aires me pasa lo mismo. Me pasa. O sea, me hago pasar por el mismo camino. Un camino que empieza en la garganta, como pasando las amígdalas. Debe terminar o hacer cumbre en la mitad de la panza. Un caminito angosto y sinuoso donde no se supone que lo sea. Mi primer reacción es preguntarme por qué. Por qué me angustia mi ciudad. Causa o reflejo o lo que sea. Ni idea si a ese camino lo puedo llamar depresión. Digo que poco me importa, pero sé que me importa.
Siempre tuve mucho miedo. Mucho. A muchas cosas. Siempre fui dependiente. Mi propia vida puede desmentir con creces ambas afirmaciones. Y sin embargo lo son y las afirmo. O será que acá pienso demasiado. O será que me empeño en mirar a los ojos a la gente cuando camino por la calle y me enfurece, aturde y entristece que ni uno me devuelva la mirada. O tal vez sea que eso que me hace tan único afuera me haga cualunque en el barrio (y a mí que me encanta ser distinto...). O en una de esas presiento el desafío de dejar de una vez (¿Por todas? ¿Seré capaz?) esa pastillita de la felicidad que, quiero creer, me ayudó a ayudarme cuando me levantaba, si me levantaba, para llorar por lo que todavía no se había siquiera pergeniado. O será que extraño la espiral pseudo-psicoanalítica en la que entro cuando miro y me miran familia y amigos con un dejo de tristeza y otro de satisfacción. O será que no me gusta algo de mi vida porteña y, en vez de animarme a cambiarlo, me voy y lo idealizo de lejos. Y lo que sea que me produce esta ciudad gris, alocada y hermosa, me da siempre ganas de salir espantado y volver corriendo con los ojos empapados y pidiendo perdón. Como una madre. Como lo que es. Como Buenos Aires.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

so beatifull! so, so...

alanesco.

Anónimo dijo...

A mi me encantaría cruzarme con tu mirada, y regalarte la mía a cambio... Pero no nos conocemos. Es tan grande Buenos Aires...

Anónimo dijo...

Es que si seguís anónim@, nadie va a poder regalarte ninguna mirada. Deberías, sugiero, desanonimizarte.

Anónimo dijo...

Es cierto. Es que sufro de timidez virtual...
Soy Vanesa, mucho gusto.

Anónimo dijo...

estas groupies!..

cómo llegaste a tiempodeticos??

Anónimo dijo...

ttp://tiempodeticos.blogspot.com/2006/10/sinovitis.html
Solo una consulta: usted no será la misma acaso que ya commentó en la entrada del 30 de octubre de 2006, como consta en el link de arriba?..

mmm...

Anónimo dijo...

Asi es, hice ese comentario. Y después sólo me dediqué a la lectura pasiva de este blog, que está muy bueno. Saludos.

Anónimo dijo...

Je, je...

ya me lo sospechaba.

qué bueno que también disfrutes del blog!

Anónimo dijo...

Che, VAnesa, creo que quizás al autor no le cayeron bien los comments anteriores, asi que, por las dudas, aclaro que era un chiste, eh, sólo una broma lo de fbi que espero no te haya caido mal.
cariños y mucho gusto

Anónimo dijo...

Todo bien. Gracias. En un principio pensé en no escribir mas, pero finalmente elegí el camino del humor y respondí a tu interrogatorio.
Autor: te dejo mi dirección: vanpau@hotmail.com y me disculpo si generé alguna molestia. Saludos.