Acaba de ocurrir algo hermoso. Digamos algo lindo. O algo trivial, pero que me hizo feliz. Y ahora, ahora qué. Un poco de náusea, un poco de mareo y otro poco de incomodidad. Culpa, vergüenza y hasta asco. Sí, asco. Como rechazo. Y encima sé que hace tan solo un instante lo disfruté y eso me suma al asco, a lo reprobable.
Es raro, tal vez un poco distintivo. Es un no nací para esas cosas, es un a mí me hacen mal. Es un poco también que el mundo se viene abajo. Son vientos tórridos y fétidos que, horror, me están tomando por sorpresa.
Es un sello distintivo. Es de mañana y el mundo, mi mundo, los mundos son raros, ajenos y siniestros. Qué hago yo acá. El amigo se torna cuchillo, la sonrisa venganza. Huir, desaparecer, arrepentirse. Es la danza del viento de cambio para que todo siga igual. Es, vaya sorpresa, un poco de miedo.
miércoles, noviembre 18, 2009
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2 comentarios:
qué fue eso hermoso que pasó?
Realmente has dejado lugar a muchas especulaciones. Saludos.
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