lunes, noviembre 03, 2008

Acquaforte

Estoy en Manaus. O sea, en el Amazonas. Como era de esperarse hace bastante calor. Nada que supere al Microcentro porteño un mediodía de Enero. Bah, por ahora. Como suele pasar en Brasil las cosas están calientes. Digamos "no frías". El jugo está templado, la ensalada está templada, el agua de la pile está templada, el aire acondicionado tira airecito templado. Bien, suficientes pálidas. Estoy en un hotel increible. De esos hoteles brasileros de la san mil puta, con aire setentoso. Hace un rato fui a la pile. Una experiencia surrealista. El hotel está en la punta de una bahía que da al Río Negro. Un río ancho y tranquilo. Muy ancho. Y muy tranquilo. La pile está como a los pies del hotel. Y a los pies del río. Y tiene la forma del logo del hotel. Y es de esas piles que parece que son infinitas. Y el sol se pone en el río, que está justo atrás de la pile. Y la pile, creo que por suerte, no tiene luces. Entonces pude nadar hasta que el cuartito de luna y la claridad que se iba se fueron perdiendo en el cauce de la noche. Y creo que fue de los mejores nados que recuerde. Mañana salgo a una excursión de 5 días por la zona del Amazonas. Veremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Evidiable tu goce piletistico, yo también volveré, no con luxurius; pero bueno, retomar el nado hace bien.