lunes, octubre 26, 2009

Veloz

No como el viento sino más bien como la lagartija. Zigzagueando, nervioso, hasta sin destino. Expuesto al sablazo del primer pisotón. Frágil frente a un mundo de humanos con pies y zapatos. Sin memoria y sin planes. A lo sumo un manojo de nervios y espasmos.
O a veces como el ciervo y el cazador. Ambos, que un poco también es ninguno. Presente y futuro, que se entremezclan al comienzo con puntería y gracia. Pero la danza se hace angustia y reflectores que congelan. Es el futuro, es la ilusión, es el plan, que no resistirá contacto con el enemigo, pero qué importa.
Y bailo, bailo, bailo. Entre energías, derroches y mareos, bailo. Sin rumbo, sin sonrisas, con público sagaz y mundano, bailo. Y las torceduras se acumulan, se resienten, se entienden, tal vez. Y los aplausos, qué aplausos. Huecos, retumban y resuenan a la distancia. Se agolpan y crecen y explotan como burbujas, como brisas, como una carcajada.
Qué es pensar sino desarmar y recordar. Qué es lavar y anular sino patinar sin ruedas hacia un arco iris que, claro, está más lejos que cerca. Qué será caminar. Qué será descansar. Esto no. O tal vez un poco, un poco sí.

No hay comentarios.: